Si el docente no cree que su alumno puede aprender, no se molestará por mejorar sus prácticas de enseñanza. Su actividad se tornará rutinaria, aburrida (tanto para él como para su clase) y carente de todo atractivo. Nada peor que enseñar sin esperanza. Creo que todos los alumnos pueden aprender, algunos más rápido que otros, o con más esfuerzo y trabajo, o con mayor facilidad, y con distinta profundidad. Pero para eso se requieren algunos requisitos:
- que el alumno crea que puede aprender
- que el docente crea que su alumno puede aprender
- que el docente entienda cuáles son las trabas del alumno para comprender una explicación
- que el alumno entienda que estar presente regularmente en las clases es la llave para entender cualquier tema
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